lunes, diciembre 11, 2006

Huelga de trenes

No le han tenido que pitar los oídos ni nada este mediodía a los maquinistas, revisores, trabajadores en general, sindicatos, directivos y demás familia de la SNCF. Huelga de trenes, de nuevo. Ayer nos la liaron parda; volvíamos de París a las siete de la mañana y vemos que hay huelga. Me acuerdo cuando en Madrid nos quejábamos de las huelgas (oficiales o encubiertas) del Cercanías, cuyos servicios mínimos en hora punta eran tres de cada cuatro trenes; o incluso de metro-de-madrid-vuela, que tenía un tren de cada dos. Aquí los servicios mínimos se traducen en no hay servicio. Directamente cortan el RER y búscate un medio alternativo de transporte. Así que ayer, a las siete en La Defénse, suplicando por que ya hubiera buses a Maisons-Laffite. Tuvimos suerte, esto es Europa, a las seis de la mañana empiezan los buses. Media hora de espera, pero por lo menos pudimos volver. Todavía más suerte si pienso en que Saray venía a dormir a casa, y la aventura del transporte se lleva mejor acompañada que sola, un domingo volviendo a casa después de mil horas por ahí. Y esta mañana, la huelga seguía. Así que otra vez un lío terrible para volver a casa desde la academia de francés.
Pero ayer, cuando llegué a casa por la noche (nos levantamos a las cuatro y nos fuimos a desayunar-merendar-cenar un chocolate y unos gofres) me encontré con que los Reyes Magos se habían pasado por mi correo electrónico. Una buena amiga me ha regalado un dibujo precioso, que me ha encantado y que es la confirmación de que mi futuro paraguas ha de ser rosa, como el anterior.
Y el sábado por la tarde estuve de compras en el Forum des Halles (de compras es mucho decir, aquí por ver escaparates ya te cobran), un centro comercial digno de ver. En cuanto entras tienes que coger un plano, porque tiene cuatro plantas inmensas y llega un momento que no sabes ni dónde estás ni a dónde ibas; una auténtica locura. Y el sábado fue el día en el que le fui infiel a mi adoradísimo McDonald's, pero es que he descubierto Quick. Y es que los helados, el chocolate y la pâtisserie le dan mil vueltas a la del amigo Ronald, y las hamburguesas no es que sean más grandes, que lo son, sino que no parecen de plástico y hay muchísima más variedad... No os imagináis cómo entran de bien las beignets de chocolate, caramelo y arándanos del Quick a las seis de la mañana con un chocolate calentito, cuando todavía eres feliz porque no sabes nada de una huelga de trenes...
Bikiños, Mae!

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy chulo el dibujo!

Los franceses si que saben, huelguitas en fin de semana para salir, huelguitas en Lunes para pasar el mal rato. Molan.

Anónimo dijo...

Mmmmm... me suena ese dibujo... esperemos que el paraguas futuro no tenga la misma estructura dudosa... Besotes!!!

MaeMae dijo...

Y huelgas en martes, y en miércoles y hasta no se sabe... Trabajan 20 horas semanales y cobran 3000 euros al mes y se quejan! Dicen que tienen mucho estrés; lo que hay que oír!

El Zascandil dijo...

Precioso dibujo!!!, aunque, ¿no le faltan los carillos?

:P

MaeMae dijo...

El zascandil (pronúnciese al sasscandil :P) ha vuelto! Willkommen.