lunes, diciembre 18, 2006

Paris sur glace

El sábado nos fuimos de compras navideñas y de paseo por París y vimos la pista de patinaje sobre hielo que han puesto delante del Hôtel de Ville. Nos quedamos como tontas mirando a la gente y nos dieron tanta envidia que el domingo quedamos con las chicas de la academia para ir a patinar. Contra todo pronóstico, patinar es súper barato: solo pagas el alquiler de los patines (unos patines buenísimos, nada de plástico barato, sino botas blanditas y cómodas), cinco euros, y el uso de la pista es gratis. Si llevas tus patines, directamente entras. Esto, como todo, tiene sus pros y sus contras: el patinaje es accesible a cualquiera, y la pista está llena de macarras que te derrapan al lado, que van esquivando a los niños y que acaban por tirarte al suelo. Nos lo pasamos guay y hemos decidido volver, solo que iremos un sábado a partir de las siete, porque ayer había tanta gente que malamente podías moverte.
Cuando ya nos íbamos, vemos a una chica gritar a una de las encargadas que tenían una urgencia. Levanto la cabeza y veo que al chico que está con ella le faltan dos dientes y que tiene la boca llena de sangre. Se había caído de morros en el hielo, porque estaba disfrutando del minuto de vitesse que dedican a los buenos patinadores tras alisar la pista, y se ve que no era tan buen patinador como creía...
Y después tuve mi primera pelea verbal en francés con alguien mayor de edad. Fuimos a tomar un chocolate porque hacía muchísimo frío. Cuando hacía media hora que habíamos pedido, llamamos al camarero para preguntarle si había algún problema y dijo que no, que nuestros chocolates ya estaban listos. Y viene al cabo de dos minutos para decirnos que no hay chocolate, que pidiéramos otra cosa. Oh-là-là, no me lo puedo creer. Media hora esperando para esto? Me hubiera ido a otro sitio, será por bares en París. Al final merendamos gratis por las molestias causadas y nos trataron como a reinas. No hay nada como tener un poco de genio en el paraíso de la politesse para que reconozcan tus derechos.
Genio que no me sirve de nada ante la maravillosa huelga de trenes que continúa después de una semana. Ayer estuve una hora esperando al tren en Nanterre Université, muerta de frío, porque no hay nada más que las vías. Al cabo de media hora me recorría el andén de un lado a otro dando saltitos, porque creí que se me congelaban los dedos de los pies. Al llegar a casa me puse unos calcetines de lana pura que mi señora madre me compró en Potes (Cantabria) y en tres minutos mis pies recuperaron su temperatura habitual...
Que tengáis buen inicio de semana! Bikiños, Mae!
EDIT: la delegación viguesa en Francia me informa por sms que la huelga de RER ha terminado... por fin!

3 comentarios:

Anónimo dijo...

joooooo yo tb quiero patinar....invitame :) prometo no ser el que se deja los dientes para que no pases verguenza :P

MaeMae dijo...

Hasta el 4 de marzo tenemos pista de patinaje, así que vente cuando quieras. Además, puedes entrar a las nueve de la mañana y salir a las doce de la noche por los cinco euros de los patines!

Anónimo dijo...

q way yo tb qiero (dice Ignacio)

En el precio del alquiler, va incluido el seguro dental? Puritita